La Hallaca Venezolana.
Es el más antiguo, y casi ancestral, platillo de la Gastronomía Venezolana. Tiene la influencia de tres Culturas: la Blanca, con sus Ingredientes Europeos como las pasas, las nueces y las aceitunas. La Indígena como base de la tradición, con la harina de maíz coloreada con semillas de onoto. Y la Negra que nos trajo la enseñanza de usar las hojas del árbol de la banana o el plátano para envolver y cocinar los alimentos. ¿El resultado?, ¡No podía ser mejor!: La Hallaca Venezolana.
No hay nada tan importante como la Hallaca Venezolana en nuestra cocina. El proceso de su elaboración es
extremadamente laborioso y, en muchos de los casos, involucra a la mayoría de la familia en su preparación. Normalmente se hace solo en época navideña y generalmente en un solo día pero en cantidad suficiente para que toda la familia la pueda disfrutar durante toda la temporada.
Hacer las Hallacas representa un increíble evento social de las familias venezolanas, en el cual abundan intercambios entre familias, vecinos y amigos en un acto detrás del cual se encubre mas una competencia que un intercambio de obsequios.
¿Como la hacemos?
Para hacer las Hallacas, la familia forma, literalmente hablando, una línea de producción en serie, en la cual se asignan tareas individuales para la fabricación. Todo esto ocurre horas después del inicio del ritual que implica la elaboración del relleno, la preparación de la masa, la limpieza de las hojas y la preparación de los agregados.
Cuando ya todo está listo se inicia el proceso que, generalmente, está acompañado de música, anécdotas y alegría. Algunos extienden la masa sobre las hojas de plátano, mientras otros se encargan de rellenar la hallaca con el guiso que suele incluir carne de res y carne de cerdo picada en pequeños trocitos.
Otro equipo se encarga de «los adornos» : nada más y nada menos que aceitunas, pollo, nueces, alcaparras, pasas, cebolla, tocino y muchas otras variantes que forman parte de la «formula» de cada familia, región del país, etc. Esas variantes incluyen uno o varios ingredientes extra tales como papas o huevos.
Luego se «dobla» o cierra con todo su relleno para posteriormente amarrarla y ponerla «en la montaña» que pasara a ser, por varios días, un tesoro familiar.
¿Y los Hombres… qué?
Mientras que los hombres de la familia tratan de no involucrarse con el proceso de armado y cocción de las Hallacas, normalmente no pueden eludir las tareas de limpieza de las hojas y del amarrado del producto final.
Hay siempre un tema de orgullo familiar cuando se toca el asunto de la elaboración de las Hallacas, pues todo el mundo proclama y reclama el premio Mundial a la mejor Hallaca que es….. ¡la que hace su mamá!
Y en eso debe haber algo de verdad pues no hay dos familias que tengan exactamente la misma receta, aun teniendo la misma «escuela» y vivir en la misma zona.
Si usted visita Venezuela durante el mes de Diciembre, se sorprenderá al ver cuán generosas pueden ser las familias venezolanas y con cuanta alegría le ofrecen compartir «sus» Hallacas. Y si no visita Venezuela, no se preocupe, usted también podrá disfrutar aquí las que hacemos con la receta de nuestra Mamá, es decir: ¡la Mejor del Mundo!
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